Meditaciones - AUTORREALIZACIÓN

Aquietar el cuerpo, llevar la atención a la respiración, observar cómo se encuentran las distintas zonas de nuestro cuerpo, esperar la aparición del próximo pensamiento… Son los primeros pasos para relajarnos, aquietar la mente y prepararla para la práctica de una observación adecuada.

Utiliza esta meditación para empezar a practicar la observación, repítela con frecuencia especialmente si no tienes hábito de meditar.

Relajamos todo el cuerpo y nos dedicamos a observar nuestra respiración. El fenómeno siempre presente de la respiración pasa tan desapercibido para la mayoría de las personas que cuando se las invita a observarlo no saben qué mirar. Esta meditación te ayudará a ponerte en contacto con tu respiración a familiarizarte con su movimiento, su tacto, sus ritmos.

Para avanzar en nuestro proceso de Autorrealización necesitamos realizar una observación limpia, y esto sólo es posible si mantenemos una actitud adecuada, pero ¿Cómo sé si mi actitud está siendo apropiada?... Y cuando ya puedo identificarla ¿Cómo hago para situarme en ella?

La actitud que necesitamos está hecha de: Paciencia, Aceptación, Confianza y Acogida Amorosa. He de situarme en cada una de estas cualidades y favorecer que se vayan instalando en mí.

Para ello, en primer lugar, hemos de evocar la energía en la que intentamos situarnos, por ejemplo la confianza, tratamos de contactar con cómo es sentir confianza, y aunque al principio no aparezca nada, nuestra atención se focaliza en eso que sentimos como confianza, y hacemos el gesto interno de darnos permiso para sentir esa cualidad, no hay ningún motivo que justifique el que yo no tenga derecho, o no pueda estar en la confianza. Cuando he conseguido contactar con la energía evocada utilizo mi atención y mi intención para envolverme en ella y hacer que se expanda.

Me envuelvo en “eso” que reconozco como Paciencia, Aceptación, Confianza, y Acogida Amorosa, las evoco de una en una, me lleno de ellas, y las hago crecer dejando que se expandan desde mí.